Dimonis de la Fosca
El verano es un estado.
No llega cuando sube la temperatura
y te sientes atrapado en la ciudad
bajo una cúpula vulnerable a las presiones atmosféricas
con dolor de cabeza y humor cabezón.
El verano llega una calurosa noche de San Juan
cerca del agua
con silbidos de carretillas y pavesas de oro encendido.
Llega cuando el cuerpo entero te canta que es verano
invocando a los demonios que juegan con el fuego del Olimpo.
Ángela González